Cuida tu mente, no te pierdas
- Oriol Gifra
- 7 jun
- 2 Min. de lectura
Vivimos en un mundo sobresaturado de estímulos.
En los años 80 recibíamos, de media, entre 500 y 1.000 impactos publicitarios diarios. Hoy, la cifra oscila entre 6.000 y 10.000.
Nuestros "sensores" externos saturan nuestra mente, porque no se trata solo de un problema visual, sino de un estilo de vida en su conjunto.
Tenemos, literalmente, la mente “frita” —y mucha gente todavía no se ha dado cuenta.

En concreto, hay 10 factores que impactan negativamente en nuestra salud mental:
Sobrecarga de información
La sobrecarga de información de noticias, redes, mensajes, multitarea constante provoca fatiga mental, dificultad para concentrarse y ansiedad.
Exposición a pantallas (6-9 h/día)
La exposición permanente a las pantallas a través de móviles, ordenadores, TV provoca trastornos del sueño, ansiedad y reducción del rendimiento cognitivo.
Multitatera digital
Cambiar entre apps, pestañas, tareas sin pausa provoca pérdida de eficiencia, menor memoria a corto plazo y estrés acumulado.
Velocidad de vida y exigencia constante
El ritmo acelerado, "no parar" y la alta productividad exigida provoca estrés crónico, burnout e insatisfacción vital.
Comparación social constante
El uso constante de redes sociales, estética de éxito permanente, likes... provocan baja autoestima, ansiedad social y trastornos del estado de ánimo.
Hiperconectividad y ausencia de silencio
No hay desconexión real, ni pausas prolongadas, lo cual lleva a una saturación cognitiva, menor creatividad y dificultad para tomar decisiones.
Falta de sueño reparador
Al ir la cabeza como una "moto", muchas personas sufren de insomnio, hiperalerta digital o trabajan hasta tarde, lo cual conduce a sufrir irritabilidad, disminución del autocontrol, peor memoria y toma de decisiones.
Crisis de atención generalizada
Los estímulos constantes secuestran el foco provocando que los tiempos de atención sean cada vez más cortos (menos de 8 segundos de promedio en jóvenes).
Ruido visual y mental constante
La publicidad, pantallas, alertas, mensajes... nos lleva a la incapacidad de “parar”, una mayor reactividad emocional y sobreexcitación del sistema nervioso.
Sobrecarga emocional digital
Por último, hay una exposición continua a noticias negativas, conflictos, tragedias y polarización online, lo que lleva a muchas personas sufir ansiedad, fatiga emocional, desensibilización o hipersensibilidad emocional.
Este blog no lo he escrito con el objetivo de difundir una visión catastrofista del mundo, sino más bien para alertar sobre los peligros que el entorno actual representa para nuestra salud mental.
Ser conscientes de los riesgos que nos rodean nos ayuda a estar alerta y a gestionarlos mejor.
Mi mensaje en este blog es que cuidéis vuestra salud mental y la de vuestros seres queridos. En este contexto, prácticas como la meditación, los paseos en silencio por la naturaleza, escuchar música relajante, dormir y descansar bien, etc., ayudan mucho a mantener nuestra mente alejada de la toxicidad ambiental que he descrito más arriba.
Cuidáos la mente: es vuestra guía.
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