Vivir con ilusión y esperanza

En un mundo cada vez más complejo, donde aparentemente hay más noticias negativas que positivas, donde se vive bajo presión, con múltiples tareas diarias, y donde la conciliación de la vida personal con la laboral es complicada, se hace más necesario que nunca cuidar nuestra salud mental y la de nuestros seres queridos.

Escribo este post para destacar que el mundo es, en realidad, una proyección de nuestra mente y de cómo queremos verlo.

Si no deseas oír, ver o leer tantas noticias negativas, no les dediques tantas horas. Apaga las noticias y escucha música, lee, medita...

No dejes que la infoxicación (exceso de información) contamine tu mente, como si esta fuera un jardín, lleno de malas hierbas en forma de noticias negativas.

En tu jardín mental, planta flores bonitas, como por ejemplo una que se llama “ilusión” y otra “esperanza”.

Abona ese jardín con objetivos y propósitos vitales bonitos, y riégalo soñando con que son alcanzables.

Proyecta en tu mente un mundo que te ilusione, que te haga feliz.

Pregúntate: ¿en los próximos meses y años, qué me haría ilusión conseguir? ¿Con quién me gustaría compartirlo?

Y ve a por ello: suéñalo y hazlo realidad.

Cada segundo de nuestra vida es un instante preciosísimo que no podemos dejar pasar sin ilusionarnos y sin ilusionar a los demás.

Se trata de tener una actitud positiva y de cultivarla. Aunque en el camino nos encontremos con todo tipo de problemas y obstáculos, tú tira para adelante. Todo pasa. Como un día nublado, con el paso del tiempo se despeja y vuelve a salir el sol, como siempre.

Porque siempre sale el sol. ¡Siempre!

Somos quienes queremos ser. No dejes que tu mente y tus pensamientos te arrastren hacia la negatividad, el cansancio o la desesperación. Tú puedes más que tu mente. Eres más que tu mente. Estás por encima de ella. Eres consciencia pura. Úsala en positivo.

Eres energía positiva. La ilusión y la esperanza son dos potentes generadores de energía positiva.

Ilusionarse por vivir es algo que nace de uno mismo y está en nuestro interior. No hay que buscar nada fuera. Se trata de proyectar cómo nos gustaría que fuera la vida y trabajar para conseguirlo, pasito a pasito.

Los obstáculos, afróntalos como oportunidades para aprender y mejorar. No te resistas a ellos: acéptalos, adáptate y gestiónalos lo mejor que sepas y puedas, con los conocimientos y recursos que tengas a tu disposición en cada momento. Así de simple.

Mantén el fuego de la ilusión siempre encendido. Es lo que te llevará a hacer cosas bonitas y gratificantes en la vida, especialmente si vas acompañado en el viaje.